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jueves, 26 de diciembre de 2013

La cena del Señor y su significado Biblìco

Yo recibí del Señor lo mismo que os transmití a vosotros: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan,  y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Éste pan es mi cuerpo, que por vosotros entrego; haced esto en memoria de mí.»  De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: “Ésta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto, cada vez que bebáis de ella, en memoria de mí.»   Porque cada vez que coméis este pan y bebéis de esta copa, proclamáis la muerte del Señor hasta que él venga.   1 Corintios 11: 23-26 BAD                            
¿Qué significa el participar de la cena del Señor?

El dato histórico que nos ofrece la Biblia acerca de las costumbres de la iglesia primitiva nos permite tener una idea al respecto. Lucas por ejemplo nos comenta que Jesús la instituyó en la noche de la Pascua, Lucas 22:12-13.
Dentro de todo esto podemos encontrar una analogía hermosa; como en la Pascua antiguo-testamentaria, se celebraba la liberación de la esclavitud en Egipto, la cena del Señor tiene un propósito y es recordarnos, la liberación de nuestros pecados por la muerte de Cristo.
Por esto la cena del señor, nos permite hacer memoria de la obra completa de Cristo en el calvario, sin que ello conlleve a querer salir corriendo, llenos de pánico el día que la conmemoremos, o pensar que hay que hacer demasiadas obras que nos permitan poder participar de ella. Solo basta mirar el trasfondo Histórico que nos ofrece la Biblia, para pensar que tan glorioso fue ese momento y que tan benéfico es poder nosotros hacer memoria de algo que el Señor dijo que lo hiciéramos todas las veces que quisiéramos en memoria de el.


Cuando Jesús dijo: “Este es mi cuerpo" no estaba diciendo que el pan que sus discípulos estaban pronto a comer era el cuerpo literal de él, sino que el pan y el vino, simbolizaba su cuerpo y su sangre, que estaba próxima a ser derramada y entregada por la humanidad, representaba también la vida que había de entregar por cada uno de nosotros.
Por esto, la participación en la cena del Señor es un elemento importante en la fe cristiana ya que renueva la fe, recordándonos que tenemos la presencia de Cristo en nuestras vidas.
Así la cena del Señor de igual forma nos permite anunciar, la muerte y resurrección del Señor, hasta que el venga.

¿Qué entendemos nosotros por un   nuevo pacto?

Con el antiguo pacto, esto es en el tiempo de la ley, la gente podía acercarse a Dios, sólo por medio de los sacerdotes y el sistema de sacrificios. En cambio, la muerte de Cristo en la cruz trajo consigo un nuevo pacto entre Dios y nosotros.
Ahora todos sin excepción podemos acercarnos a Dios y comunicarnos con él. Ya no por medio de sacrificios de animales y por medio de un sacerdote.
Ahora Cristo es el sacerdote, la ofrenda, el que recibe la ofrenda, es el punto de referencia de nuestra devoción.
Así que el nuevo pacto lo que hace es dejar por obsoleto, un sistema que nada perfecciono y, permitirnos por medio de un sacrificio completo, acercarnos a Dios por la obra de uno solo. JESUCRISTO.
Al comer el pan y beber la copa en una forma conmemorativa, se demuestra que estamos recordando la muerte de Cristo por nosotros y se nos invita a renovar nuestro pacto de servirle, amarle y vivir una vida consagrada a él todos los días.

Ya que en la pascua antiguo testamentaría, se exponía como tipo de Cristo, aquello en lo que se había declarado la justicia de Dios con respecto al pecado.  La sangre del cordero era un testimonio de muerte, por lo tanto, esta figura   del cordero tuvo lugar vicariamente en Jesucristo.
Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
                                                                                       Juan 1:29

El pueblo de Israel al comer el cordero asado al fuego, el cual era un emblema de juicio, asociaba ese sacrificio con aquello que había tenido lugar, esto es su redención de la esclavitud de Egipto.
Ese día de la pascua era un día especial, donde todos debían comer dentro de sus casas con todas sus familias y amigos.
El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer.
                                                                                        Éxodo 12:16
 
No había tiempo para guardar lo que quedara, la premisa era comer rápido, Dios quiso darles a entender con esto que había urgencia de salir de Egipto.
Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
Éxodo 12:11

“Es la pascua de Jehová”, en otras palabras, es la liberación que vuestro Dios os está dando, salid ligero y contentos a disfrutar de ella.
Esto explica por qué para un judío la pascua tenía un gran significado:
·         Gozo profundo en el corazón
·         Libertad de la opresión de la esclavitud
·         Tener la protección de un Dios poderoso
·         Una fiesta familiar, donde podían celebrar una victoria poderosa
·         Una reconciliación interna y externa con el que los llamo
·         Vivir una nueva experiencia en su vida con el Dios de sus padres
Por esto la cena del Señor en el NT, debemos considerarla como una ordenanza, que trae a la memoria lo que Cristo hizo por nosotros en un ámbito espiritual, ya no se trata de sacarnos de un pueblo a otro, de liberarnos de un faraón, de llevarnos a una tierra de leche y miel. Ahora es un asunto del alma, en la cual pasamos de la muerte espiritual a vida eterna, de la opresión del diablo, a la libertad más gloriosa de los hijos de Dios.
No estamos llamados a tomarla como un sacramento más, para obedecer o hacer de ella un ritual purificador, o en el caso más extremo verla como algo condenatorio o salvífico.
El apóstol Pablo instruye a la iglesia de corinto en cuanto a su significado y la actitud del creyente al participar de ella.
En la carta, pablo conjuga dos expresiones, en las cuales parece al principio del capítulo, como que los alabara, pero al mismo tiempo no los alabara.
1 Corintios 11:2 Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué.
1 Corintios 11:17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.

Si uno leyera rápidamente y sin colocar el sentido, podría pensar que lo que a continuación pablo dirá acerca de la Sena del Señor, es algo que no se debe hacer, o que no tiene ya sentido hacerlo.

Pero es para demostrar la importancia del tema a tratar, que pablo dada la ocasión primero que todo, entra a denunciar.
1.      A quienes causaban divisiones
2.      Y los que comían indignamente la cena del Señor
Pues, en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.
1 Corintios 11:18 

Hay que considerar que estas, no eran unas divisiones doctrinales, sino de comportamiento ético, una ética que habían traído algunos del mundo, pero que por supuesto reñía con la moral de la Iglesia. Aunque lógicamente al principio de la carta, aparentemente esto es lo que uno pareciera ver, cuando pablo tiene que exhortar a no ser partidistas de ningún apóstol en común, ya que algunos tenían sus propios ejemplos a seguir, bien fuera pablo mismo, o apolos o cefas, quienes de seguro se les debía recordar con aprecio por su trabajo.
Pero con respecto a la cena del Señor.
Lo que pablo quería enseñar era, el peligro de celebrar una cena indignamente
Al usarla con fines egoístas, como algunos de los corintios la estaban celebrando. Banquetear y dividir la iglesia
Los cuales con su mal comportamiento producían:
ü  Divisiones vergonzosas con un índole social
ü  Cada uno se adelantaba a comer
ü  Algunos comían y bebían hasta embriagarse
ü  Mientras no les importaba que otros carecían de sustento en sus casas
ü  No hacían diferencia entre una cena común y la cena del Señor que tenía otros fines
ü  No discernían el cuerpo del Cristo.

UN POCO DE HISTORIA DE CORINTO La antigua ciudad de Corinto —ubicada en el extremo oeste del istmo— controlaba dos puertos, uno a cada lado de esta estrecha franja de tierra: Lequeo al oeste y Cencreas al este. De ahí que el geógrafo griego Estrabón la llamara “señora de dos puertos”. Gracias a su estratégica situación, dominaba un importante cruce de caminos del comercio internacional, pues allí confluían la ruta terrestre de norte a sur y la ruta marítima de este a oeste. En tiempos del Imperio romano había dos muelles que se adentraban en el mar a modo de herradura y creaban una entrada de entre 150 y 200 metros (450 y 600 pies) de ancho. El puerto podía recibir embarcaciones de hasta 40 metros (130 pies) de largo. En su extremo suroeste se han desenterrado restos de lo que se cree que era un santuario dedicado a la diosa Isis. Y en el extremo contrario se ha encontrado un grupo de edificios que probablemente constituían un templo de Afrodita. A ambas diosas se las consideraba las protectoras de los marineros. Por otro lado, Corinto era una ciudad que albergaba gente de diversos orígenes, pues en ella convivían griegos, romanos, sirios, egipcios y judíos. Se cree que en tiempos de Pablo tenía unos 400.000 habitantes, cantidad que solo superaban Roma, Alejandría y Antioquía de Siria. A través de sus puertos llegaban constantemente viajeros, asistentes a los juegos atléticos, artistas, filósofos y hombres de negocios, entre otros, que hacían ofrendas y sacrificios en los templos. Todo esto convertía a Corinto en una bulliciosa y activa metrópoli... pero había que pagar un precio. El libro De viaje con San Pablo comenta: “No es extraño que Corinto, situada entre dos puertos tales, se hiciera una ciudad cosmopolita, teñida de los vicios de las naciones extrañas, cuyos barcos anclaban en sus puertos”. Así es, en Corinto coincidían todo tipo de vicios y debilidades de Oriente y Occidente. En medio de tanta decadencia moral y lujo desvergonzado, la ciudad se convirtió en la más inmoral de la antigua Grecia. Tanto fue así que vivid como los corintios —o “corintizarse”, como se decía entonces— equivalía a llevar una vida depravada. Semejante entorno materialista e inmoral sin duda suponía una gran amenaza para el bienestar espiritual de los cristianos corintios. Era vital que se les recordara la importancia de contar con la aprobación de Dios. Por eso, en las cartas que les envió, Pablo criticó duramente la avaricia, la extorsión y la inmundicia moral. Basta leer estos escritos inspirados por Dios para percibir la poderosa influencia corruptora a la que se enfrentaban estos cristianos (1 Corintios 5:9, 10; 6:9-11, 18; 2 Corintios 7:1).
Se puede deducir que gran parte de los cristianos de corinto, carecían de un verdadero arrepentimiento, que aun predominaban en ellos costumbres y actitudes seriamente pecaminosas, que los llevaba a actuar de una forma no correcta, de los pecados más comunes en corinto se pueden destacar los que pablo quiere corregir por medio de sus cartas. ORGULLO, INMORALIDADES SEXUALES COMO ADULTERIO Y FORNICACIÓN, MENTIRA, IDOLATRIA HACIA LOS LIDERES, TOLERANCIA DEL PECADO POR PARTE DE LOS DIRIGENTES DE LA IGLESIA, ENTRE MUCHAS MÁS MENCIONADAS EN 1 CORINTIOS 6:9-
El capítulo 10, menciona algunas otras aptitudes como, por ejemplo: ver: 7 al 10 idolatría, fornicación, irrespeto a Dios, murmuración.
Y en el verso 16 pablo los introduce lentamente hacia el entendimiento de lo que es participar de la cena del Señor, cuando les dice que tanto el pan que ellos partían y la copa de bendición, son símbolos de Comunión, unidad y fraternidad. No debía ser simplemente una reunión social, sino una reunión de reflexión, de entrega al amor fraternal, de unidad cristiana, donde no prevalezcan sentimientos egoístas y divisionistas y mucho menos actitudes pecaminosas.
Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.   1 Corintios 11:29 

POR ESTO EN LA CENA DEL SEÑOR COMETIERON AL MENOS TRES PECADOS GRAVES
ü  Menosprecio a la iglesia
ü  Falta de consideración hacia los pobres
ü  Un atentado directo contra la unidad de la iglesia.
Pablo usa vocablos muy fuertes en cuanto a la pena y la culpa. Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor.  V. 27   Gr= Énokhos: reo= Culpable.
Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena. V. 29, ya miraremos que es lo que pablo quiere decir, con comer y beber indignamente la copa del Señor, Las palabras siguientes continúan lógicamente lo que antes ha argumentado.

El trasfondo de este texto (v. 27) se halla en los vv. 18-22. El participar de la Cena del Señor “de manera indigna” no habla del carácter personal del comulgante, tanto como de la forma en que se llevaba a cabo por un sector de los Corintianos, Pablo ya había hablado en términos tajantes respecto a la actitud insensible, egoísta y de división de los corintios.
Que no velaban por el bienestar de toda la iglesia sino por aquel de su grupo particular. Fomentando el partidismo dentro de la iglesia, al adelantarse a comer y beber en la comida fraternal; sin tomar en cuenta a los de menos recursos económicos.
Esto era lo que el Apóstol veía como comer el pan y beber la copa, “de manera indigna”.

Los que así hacían, eran “culpables del cuerpo y de la sangre del Señor”. Se debe aclarar que el Apóstol, no considera que el cuerpo y la sangre del Señor estén materialmente presentes en los elementos.
Lo que se conoce como transubstanciación, la cual enseña que en “en forma literal” el PAN Y EL VINO, al consagrarlo o bendecirlo, se convierten en la carne y sangre de Cristo. De ahí la doctrina de no masticar el pan, pero por supuesto nosotros no tenemos que seguir ese principio errado, Ya se ha observado que pablo no identifica en forma literal el vino con la sangre, ni el pan tampoco con el cuerpo literal de Cristo, sino que son un medio para recordar y reconocer los beneficios de la obra del cordero en el calvario.
El participar de la cena del Señor indignamente, es contradecir el propósito del sacrificio de Cristo tanto como el espíritu por el cual este se hizo.
Los que hacían esto se colocaban dentro de aquellos que fueron responsables por la crucifixión de Jesús. Es obvio que, al cometer esta falta, los corintianos no estaban mostrando la actitud correcta de los que reciben por la fe los beneficios de tal sacrificio.

FUICIO. Gr. krima= Ejecución de una sentencia condenatoria- aunque aquí no se hace referencia a una sentencia final condenatoria hacia el infierno. Es así como, sin contar, el discernimiento que debía tener el comer la cena, ella era digna de respecto, y este mal proceder de los corintianos, lo hacían o por falta de conocimiento, o porque su corazón no era limpio ante el Señor.

El mejor remedio que presenta pablo, para no incurrir en dicha culpabilidad es:

Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
1 Corintios 11:28 

Así, que cada uno debía examinarse a sí mismo, antes de comer el pan y beber de la copa en la cena, de qué forma, bueno fácil: debía preguntarse si iba a comer y beber vino hasta emborracharse o participar de una comida en términos familiares que los llevaba a recordar algo mandado por el Señor.
Ahora el texto Bíblico no dice examine cada uno a su hermano, porque cada uno debe ser consiente de porqué y para que participa de la cena. Ya que en este caso la hipocresía saldría a flote y no se estaría cumpliendo lo que dijo Jesús, sacar primero la viga que está en nuestro propio ojo, para poder mirar la paja que está en el ojo de mi hermano.
Cuando Pablo dice, que nadie debe tomar indignamente la cena del Señor, estaba dirigiéndose a los miembros de la iglesia, que estaban participando de ella; sin pensar en lo que realmente significaba. Todo aquel que actúa así, de clara pablo "será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor". En lugar de honrar su sacrificio, estaban participando de la culpa de los que habían crucificado a Cristo.
Esta es la razón por la que deberíamos prepararnos para la comunión, por medio de confesión de pecado con Dios en privado, y el arreglo de diferencias con otros. (No nos olvidemos que muchas veces hacemos las veces de dioses con nuestros hermanos, los juzgamos, criticamos, condenamos, los menospreciamos) Y olvidamos que por ellos también murió Cristo, y la pregunta es, ¿Quién nos juzga y condena a nosotros?

Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.  Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día.  Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano.
Salmo 32:2-4   

Por lo tanto, es necesario remover todas las barreras que afectan nuestra relación con Cristo y nuestros hermanos.
Al mirar la historia de los creyentes, se observa que la cena del Señor, se celebraba muy común mente entre los hermanos, en un contexto familiar que lo llamaban generalmente.  AGAPE, de esto escribió el apóstol Judas.

Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados.
Judas. 12  

Jesús dijo:
"Haced esto todas las veces que la bebiereis en memoria de mí" Lucas. 22:19
Esto abarca más que simplemente un recuerdo; la palabra sugiere un «recuerdo activo» no dice tampoco << ofreced>> significando esto que la cena del Señor, no es un sacrificio o sacramento religioso de la iglesia, sino un acto conmemorativo.

Entonces
¿Cómo debemos recordar a Cristo en el servicio de la cena?

Pensando y creyendo en lo que hizo, y por qué lo hizo. Si la cena del Señor, sólo se convierte en un ritual o nada más en un hábito piadoso, de cada fin de año o fecha especial.  Ha dejado de recordarnos a Cristo y perdió su significado. Por esto, aunque Jesús dijo todas las veces que queráis, la tendencia en nuestra cultura es a la superficialidad de los actos rituales y llevarlos al extremo religioso. En mi opinión, cuando se realiza de continuo esta práctica, deja de tener importancia, y lo convertimos en algo más que se realiza en la iglesia.
La palabra «porque» introduce la razón del por qué la Cena del Señor se repite continuamente. Se trata de un sermón representado, en el que se «proclama» la muerte del Señor. Se nos dice explícitamente que el acto externo, al tomar el pan y la copa, constituye una confesión activa de fe; que significa literalmente, «anunciar» (v. 26).

Entonces, cada ocasión de participar de la cena del Señor, es una oportunidad de decir, que Cristo murió por nosotros, de proclamar que el hoy puede seguir salvando, sanando, o de confesar,
«Por este medio acepto todos los beneficios de la plena redención de Cristo Jesús: perdón, recuperación, fuerza, salud, suficiencia».
La Cena del Señor, no ha de ser simplemente un recordatorio ritual, sino una confesión activa, mediante la cual activamos la memoria, y nos apropiamos ahora de todo lo que Jesús ha provisto y prometido por medio de su muerte en la cruz.
Por esto es necesario mirar lo que Jesús hizo antes de su muerte el día que comió la pascua con sus discípulos.
El deseo comer la última pascua con sus discípulos, su propósito tal vez era el de enseñarles el valor y significado de la cena, Lucas. 22:14, la verdadera pascua estaba a punto de comenzar, el mismo como cordero seria ofrecido como sacrificio para librarnos del juicio divino. Por lo tanto, cuando dice: en memoria de mí, aparece una palabra griega. “ANÁMNESIS= recuerdo” Y no es lo mismo que aparece en hechos 10:4
Este indica una función del sujeto.  Mientras que el primero indica un objeto, apto para recordar.
En su aspecto principal la cena es un anuncio solemne y continuo de la muerte del Señor Jesús, hasta que el venga.

Porque cada vez que coméis este pan y bebéis de esta copa, proclamáis la muerte del Señor hasta que él venga.
1 Corintios 11:26 

Así que la celebración de la cena debe estar motivada por una inmensa gratitud y amor a Dios y los hermanos. Cristo es nuestra pascua. 1 Corintios 5:7 Él fue sin tacha como el cordero pascual. 1 Pedro 1:18

La cena como un acto simbólico, antes de producirnos tristeza, lo que debe producirnos es gozo, alegría, como la alegría que sintió Israel, cuando salió de Egipto.

Los signos visibles de esta celebración son: el pan y el vino, Las cosas significadas por estos signos externos, son el cuerpo y la sangre de Cristo.

ü  PAN= cuerpo. obra, salvación
ü  VINO= sangre de Cristo, perdón, santificación

Su cuerpo partido, su sangre derramada, junto con todos los beneficios que fluyen de su muerte y sacrificio, son los que nos sostienen y nos dan una esperanza. 

No es un acto simbólico para huir, no queriendo participar de ella o para señalar a otros, y hasta en algunos casos decir: “yo mejor no voy hoy a la iglesia este día”.
Hermano es la oportunidad para reconciliarnos y recibir los beneficios del Señor Jesús.
No es para suspender de algún cargo al hermano porque no ceno, o para menospreciarlo, en este caso lo mejor sería examinarnos primero a nosotros mismos.

Si en tu congregación se ha de celebrar este acto simbólico, dale gracias al Señor de participar en él y recibe todos los beneficios que emanan de su obra en la cruz del calvario.

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