La
Fidelidad del Señor en Medio de la Adversidad
Introducción
Si creemos que Dios es
grande, podemos confiar en él para que esté en control porque es poderoso. Si
creemos que Dios es glorioso, podemos confiar en que no tenemos que buscar en otra
parte para tener satisfacción porque él satisface todas nuestras necesidades.
Si creemos que Dios es bueno, podemos confiar en que podemos soltar nuestras
preocupaciones porque él se preocupa por nosotros. Si creemos que Dios es
misericordioso, no tenemos que probarnos a nosotros mismos porque él nos
acepta.1
Nos sumergiremos en el
Salmo 12, que nos habla sobre la fidelidad inquebrantable de Dios en medio de
la adversidad. En un mundo lleno de mentira y engaño, este salmo nos recuerda
la importancia de confiar en las promesas puras y verdaderas de nuestro Dios.
I. Un Mundo de Engaño
(Versículos 1-4)
El salmista comienza
describiendo un panorama sombrío: un mundo lleno de palabras vacías, labios
aduladores y corazones dobles. Vivimos en un tiempo en el que la verdad parece
haber perdido su valor y la honestidad es escasa. “Se acabaron los piadosos;
porque han desaparecido los fieles” es por esto que la confianza se desvanece
ante la traición y el engaño del mismo ser humano. A menudo nos encontramos
rodeados de ruido y confusión, sin saber en quién podemos confiar. La mentira
es y ha sido el pan diario del perverso, del que no teme a Dios, de hecho,
Jesús nos dijo quien había sido el creador de ella. (Juan 8:44, el diablo, el
padre de la mentira. Y una mentira que común mente dice a los oídos de muchos
es: Dios te ha abandonado, él no te oye, deja de luchar, ¿Quién es tu señor?
II. La Palabra Pura del
Señor (Versículo Clave: Salmo 12:6)
En medio de este caos, el
salmista nos dirige hacia una fuente de esperanza inquebrantable: la Palabra de
Dios. Salmo 12:6, nos recuerda que las palabras del Señor son puras como la
plata refinada en un horno y purificada siete veces. Esta imagen de
refinamiento nos habla de la pureza y la confiabilidad de las promesas de Dios.
Cuando todas las palabras humanas pueden fallar, la Palabra de Dios permanece
inalterable.
III. La Fidelidad de Dios
en Medio de la Adversidad (Versículos 5-8)
El salmista reconoce la
opresión de los pobres y los necesitados. Pero incluso en la adversidad, confía
en la respuesta de Dios. Dios promete levantarse para socorrer y proteger a los
oprimidos. La certeza de la fidelidad de Dios es una fuente de consuelo en
medio de la tribulación. A pesar de los desafíos que enfrentamos, podemos
aferrarnos a la promesa de que Dios no abandona a aquellos que buscan refugio
en Él.
Aplicación que debemos
hacer ante todo esto
1.Buscar la Verdad en la Palabra de Dios: En un mundo lleno de
engaño, tomemos el tiempo para sumergirnos en la Palabra de Dios. Encontraremos
orientación, sabiduría y verdad en sus páginas.
2. Confiar en la Fidelidad de Dios: Cuando enfrentemos dificultades y
adversidades, recordemos que Dios es fiel. Sus promesas son seguras y
verdaderas. Podemos confiar en que Él está con nosotros en cada paso del camino.
3.Ser Instrumentos de Verdad y Amor: En un mundo donde la mentira
abunda, seamos portadores de la verdad y el amor de Cristo. Vivamos con
integridad y demostremos la fidelidad de Dios a través de nuestras acciones y
palabras.
Conclusión:
En medio de la oscuridad
del engaño y la adversidad, el Salmo 12 nos llama a confiar en la fidelidad de
Dios y en su Palabra inmutable. A medida que enfrentamos los desafíos de la
vida, recordemos que tenemos un Dios que nos guía con amor y nos sostiene en su
verdad. Que este salmo sea un recordatorio constante de la confiabilidad de
nuestro Dios en cada etapa de nuestro viaje espiritual.