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viernes, 7 de noviembre de 2014

El perdón en Dios ¿Como puedo Desatarlo?


"Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, Dios, su Padre que está en el cielo, los perdonará a ustedes.
                                                                                             Mateo 6:14 NVI



Introducción
Algunas de las mayores bendiciones de nuestra vida cristiana, es la de mantener una buena relación, con otros creyentes. Pero una de las cosas más devastadoras, que tiene lugar en la Iglesia; y en nuestro entorno social, es el deterioro de las relaciones entre nosotros mismos. En ocasiones una acción negativa e insignificante, puede hacer que, una persona se sienta ofendida, por nuestros actos o palabras.
Por esto, si no aprendemos a resolver nuestros problemas, y más a perdonar esas ofensas, podemos ser candidatos perfectos, para que en nuestro corazón, se albergue toda clase de  amargura. Y a la larga con lo único que terminara, es con  la relación entre nosotros mismos como hijos de Dios, y afectando nuestra salvación.
Es cierto que, a cada uno de nosotros nos han ofendido; o nosotros mismos sin darnos cuenta, lo hemos hecho, palabras dichas fuera del contexto, insultos, frases hirientes y pronunciadas irónicamente, son muy comunes, comentarios que se hacen de uno y otro lado, sin medir consecuencias, y claro está, hay que decir que muchos de esas situaciones, se desprenden de que no hemos aprendido, aguardar los secretos propios y los que nos confían.
Es que como manejamos una familiaridad espiritual con los hermanos, parece que esto sirviera para que todo mundo en la congregación; sepa la vida íntima de todos, y no tenemos en cuenta que cuando se le cuenta algo intimo a un amigo, nos olvidamos que ese amigo, tiene un mejor amigo y a lo último nuestros problemas se convierten en algo público, que lo único que en la mayoría de casos trae es, amargura, odio y falta de perdón.
Querer reconciliarnos con quienes nos han ofendido, se convierte en algo muchas veces difícil, ya que nuestros rencores no lo permiten, un simple orgullo que aunque no tengamos la razón, nos hace mantener en el error, no dejándonos agachar la cabeza, y atrevernos a pedir perdón, o al menos una disculpa por nuestros errores, que acá, en este tema que no pretende abarcar todo el tema doctrinal sobre el perdón, se llamaran “pecados u ofensas entre hermanos”.
¿Cómo podríamos resolver esas circunstancias negativas?
Por supuesto que como creyentes, nuestra reacción ha de ser muy distinta, de la de quienes no son cristianos, por esto en Mateo 18:15-  Jesús enseñó que el perdón es parte esencial de una  vida cristiana genuina, sin rencores ni hipocresía.
Así que no podemos permitir la falta de perdón, esto trae amargura a nuestra vida, resequedad espiritual, y por supuesto si Cristo viene, y estamos infectados con este mal, no podremos verle cara a cara.
Por esto es necesario, procurar la reanudación de relaciones, con nuestros hermanos en la fe; y aun con los que no lo son aún, y que nos hayan ofendido, abriendo la posibilidad de la reconciliación y el perdón.  ¿Cómo lo podemos lograr?
La palabra del señor nos da la solución
En primer lugar, Perdonando al hermano: Miremos lo que dice la eterna palabra de Dios.
Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.  De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Colosenses 3:13, lea efesios 4:32
Es que solo así podremos alcanzar nuestro propio perdón y por supuesto que otros igualmente también.
Analicemos unos pasajes de la biblia
A quienes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.  Juan 20:23 NVI

¿A qué pecados se refería Jesús?   Y ¿Dio la autoridad a sus discípulos de perdonar pecados?

En otras dos traducciones distintas podemos notar mejor el significado que nos dad la reina Valera 1960, sobre el perdón de pecados, y los veremos propia mente en las mismas palabras de Cristo.

"Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano.  Mateo 18:15 DHH 

Si tu hermano te ofende, ve y repréndelo en privado.  Si te presta atención, has ganado a tu hermano, Mateo 18:15 Sy español

En estas dos traducciones vemos que la palabra pecado se traduce como: ofensa o simplemente algo malo que un hermano ha cometido contra nosotros.
¿Entonces qué significa en nuestro contexto socio-cristiano, pecar contra otro creyente?
El verbo "pecar" en este contexto lingüístico, incluye el quedar mal, el quebrantar un secreto confidencial, el traicionar a un hermano, o herir a otra persona con alguna actitud mala, el hablar mal de mi hermano, si razón o pruebas solo porque otro nos dijo algo de esa persona.
Aunque pudiéramos considerar, algunas de esas actitudes como ofensas insignificantes, debemos reconocer el grave y devastador carácter del pecado. Teniendo en cuenta que el perdonar pecados es una acción directa de Dios y no de nosotros, como lo vemos en dos hechos significantes en las escrituras. Lea por favor en su propia traducción lo que el señor dice:
Mateo 9: 1-6 y Juan 8:3-
Que fue pues lo que Jesús enseño a sus discípulos sobre el perdón:

Leyendo una porción de las escrituras, que tiene relación con la disciplina dentro de la iglesia, nos podemos dar cuenta realmente que fue, miremos

Mateo 18: 15-22 " Dice: por tanto, Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta.  Si te hace caso, has ganado a tu hermano.    Pero si no, lleva contigo a uno o dos más, para que 'todo asunto se haga constar por el testimonio de dos o tres testigos’. Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo Como si fuera un incrédulo o un renegado.   "Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.  "Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo.  Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: --Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí?  ¿Hasta siete veces?   --No te digo que, hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces --le contestó Jesús--.


ANALICEMOS ESTA PARTE

Si tu hermano peca contra ti- no dice: contra Dios, porque una cosa son los pecados contra Dios y otra las ofensas o faltas, contra nuestros hermanos. (Querer hacer de este texto bíblico, una base doctrinal, para afirmar que podemos perdonar pecados, es un atentado hermenéutico contra la biblia, es aplicar nuestra propia exegesis, y no la que la misma biblia nos proporciona).
Luego nos dad las pautas para lo que es tratar los problemas entre nosotros. Ya que la enseñanza no está dirigida a que, como iglesia, sustituyéramos su poder de perdonar los pecados contra él. Sino de que pudiera haber paz y hermandad en la iglesia.
Es así que, si el hermano comete una falta, y se arrepiente, este es libre. (Esto es lo que al menos se deduce, de lo que Jesús está hablando con sus discípulos).  “desatado de su culpa moral, pero si no se arrepiente, seguirá atado, y considerado un gentil, pecador y pagano.

Luego aparecen Dos palabras claves en 18:8, para entender este tema sobre el perdón:
DESATAR –ATAR
Y según el contexto en el cual se pronuncian, están relacionadas con Perdón Y No Perdón.
Ya es muy distinto el significado que tienen las palabras atar y desatar en Mateo 16:18.19, pero esto será motivo de una explicación distinta, porque están en otro contexto diferente.
Tampoco estas dos palabras significan lo que muchos hasta ahora han acostumbrado a hacer en las iglesias, atar demonios en el infierno, desatar cadenas de pobreza, ruina, enfermedad, que terrible como muchas veces le damos interpretaciones tan ajustadas a nuestros conceptos o propios caprichos.
Bueno todas estas formas equivocadas de mirar lo que dice la biblia, nos han perjudicado mucho, tanto que muchos no parecen cristianos verdaderos, sino más bien exorcistas, que atan y desatan a diestra y siniestra, pero ni sus mismos zapatos se pueden atar, y esto ahora no viene al caso tratar, para no desviarnos de lo que estamos hablando.

Analicemos una historia propia sobre perdón, que nos brinda Jesús.
En Mateo 18:2-, El Señor Jesús, respondiendo a la pregunta de sus discípulos; respecto a quién sería el mayor en el reino de los cielos (v. 1).  Coloco la imagen de un niño, para enseñarles a ellos y a nosotros hoy, que así, debe ser la vida de todo aquel que espera en Jesús.
Un niño no guarda rencor, un niño mantiene siempre la expectativa de un bien ofrecido, el, espera y cree en quien le ha hecho una promesa. 
Con esta hermosa lección que da Jesús, prepara las condiciones para que sus discípulos, sepan cómo y por qué han de mostrar misericordia y perdón, aun a quienes pequen contra ellos (esto es, les ofendiera e hiciera mal. (v. 15). Ya vendría el tiempo en que tendrían que experimentar los tormentos, las persecuciones y allí, es donde realmente sabrían la importancia del perdón, que el maestro les estaba enseñando.
Vemos como, por ejemplo:
*      En la muerte de esteban, ante sus verdugos, no había rencor, odio, sino un profundo deseo de que el Señor no les tomara en cuenta sus pecados, en su corazón solo había algo perdón, perdón y perdón.
*      Recordemos los momentos angustiosos de pablo, cuando dice: que está listo para ser sacrificado, no hay rencores, no hay inculpaciones para nadie, tiene la conciencia tranquila, estando preparado para partir con el señor, ya que como el mismo lo dijo: para mí el vivir es cristo y el morir es ganancia.
Cuando nos hacen mal, a menudo nuestra primera reacción es vengarnos o guardar rencor. Pero nuestras reacciones no deben ser como las de quienes no son cristianos. En los versículos 15-17, Jesús presentó la forma en que los creyentes deben tratar a quienes pequen contra ellos.
Jesús dijo; que el que ha sido ofendido, ha de iniciar la tentativa de reconciliación; yendo a ver a la persona que lo haya ofendido.
ü  La privacidad asegura que la persona que ha pecado u ofendido a otro, no se sienta humillada ni avergonzada.
ü  Asimismo, el que confronta debe recordar que el motivo de la confrontación es la restitución. No puede haber pensamiento alguno de venganza.
ü  Si la persona que pecó se niega a reconciliarse, el que procura la reconciliación, ha de llevar consigo a uno o dos creyentes más, en una nueva tentativa de reconciliación. Esos testigos adicionales pueden asegurar que el que busca la reconciliación tenga motivos correctos. También pueden ayudar al que ha ofendido, a comprender la gravedad de su conducta, y su necesidad de arrepentirse.
ü  Si el que pecó contra su hermano ofendiéndole, rechaza esas tentativas de reconciliación, entonces se le ha de llevar ante la iglesia (v. 17). En un último recurso, dándole la oportunidad de arrepentirse y de ser restaurado a la comunión en la iglesia.
De igual forma, cuando le ofrecemos reconciliación y perdón a un creyente que está pecando, o nos ha ofendido le estamos brindando libertad. Pero si rechaza nuestras tentativas de reconciliación, él sencilla mente seguirá atado, por su propio pecado.

Entonces Hasta donde llega el perdón
Jesús continuó fortaleciendo la enseñanza sobre el perdón mientras respondía a la pregunta de Pedro: "¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano?" (Mateo 18:21). La antigua literatura rabínica enseñaba que, una persona debía perdonar a otra, tres veces.
Es probable que Pedro pensara, que estaba siendo muy generoso, cuando sugirió perdonar siete veces. Pero en su respuesta Jesús enseñó una actitud revolucionaria respecto al perdón.
Le dijo a pedro-- No te digo hasta siete, sino, hasta SETENTA VECES SIETE.
Lo que importa es que el perdón de los creyentes ha de ser ilimitado. Esta es una enseñanza revolucionaria en un mundo que procura vivir de las venganzas y odios.
Ejemplo de perdón dentro de la misma enseñanza del señor:
LA ILUSTRACION DEL REY QUE HIZO CUENTAS CON SUS SIERVOS.
Mateo 18:23-25
El perdón algo necesario en la vida del ser humano
Jesús fortaleció su enseñanza sobre el perdón empleando una parábola para ilustrar el verdadero perdón. Esta parábola describe la conducta de los ciudadanos del reino de Dios.
En la época del Nuevo Testamento, a veces se les daba a los siervos, cargos de supervisores de los asuntos económicos del rey.  Es por esto que, en esta parábola, el rey decidió arreglar las cuentas con sus siervos, Comenzando con un siervo cuya deuda era increíblemente elevada (v. 24). Diez mil talentos, es una suma casi incalculable de dinero. En la actualidad, la deuda del siervo sumaría varios millones de dólares.
¿Y Por qué le atribuye Jesús un elevado valor a la deuda en esa parábola?
Jesús empleó una cantidad extraordinaria de dinero para mostrar que era imposible pagar esa deuda. El rey tenía el derecho de vender al siervo, así como a su familia y esclavos para saldar la deuda. Sin embargo, en este caso hasta eso sería insuficiente.
Es así que el Señor prepara el escenario, para una enseñanza convincente respecto a la misericordia y el perdón.

Se parece mucho, a la situación en que nos encontrábamos, cuando no conocíamos a Cristo como Salvador.
Teníamos una deuda que no podíamos pagar. No existía una forma en que hubiéramos podido ganar la salvación con nuestras propias obras, menos pagar nuestra deuda con el creador de nuestras vidas.
Porque como dijo el salmista:

Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás) salmo 49:7,8

El perdón concedido
El siervo en esta parábola, le había fallado al rey, y había incurrido en una deuda que jamás podía pagar. Sólo podía hacer una cosa. Caer de rodillas ante el rey, pidiéndole misericordia, (Mateo 18:26). Aunque era imposible pagar tal cantidad, el siervo le pidió tiempo para pagarle la deuda.  El rey sabía que era imposible que le pagara. Entonces movido a misericordia, el rey perdonó la deuda (v. 27). Al hacer eso, el rey hizo algo más que sentir compasión por el siervo; lo amó y lo vio como persona necesitad de misericordia.
¿Cómo el perdón del rey ejemplifica el perdón de Dios, para cada uno de nosotros?
El rey representa a Dios, mientras que el siervo representa a cada uno de nosotros como pecadores. No puede calcularse el perdón que nos ha concedido.
Debido a nuestro pecado, teníamos una deuda incalculable con él. No teníamos esperanza alguna, aparte de su misericordia.   Más la escritura dice:
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores cristo murió por nosotros.  Romanos 5:8
Para nuestra forma de pensar, nuestra única esperanza de evitar el castigo sería que de algún modo que pagáramos la deuda. Pero Dios sabe que es imposible, que paguemos la deuda de nuestros pecados. Dios responde con gracia inimaginable, a nuestras súplicas de misericordia. Mediante la obra expiatoria de Cristo, sencillamente nos perdona la deuda y nos restituye a una buena relación con Él.

EN LA PRACTICA REAL DE EVANGELIO
Todos necesitamos y debemos perdonar, así como él nos perdonó.  Mateo 18:28-30, de allí la importancia de comprender el texto bíblico que dice: De gracia recibisteis, dad de gracia.
Pero encontramos en esta historia un perdón negado
El siervo a quien el rey había perdonado salió de la presencia del rey y se encontró con otro siervo que le debía dinero, lo primero que este hace es, exigir que le pagara (Mateo 18:28). Su siervo le pidió misericordia, tal como había hecho su amo ante el rey (v. 29). Mientras que la cantidad de la deuda del primero era enorme, la deuda de este otro era insignificante. Cien denarios serían hoy sólo algunos dólares.
Aunque al primer siervo, se le acababa de perdonar una deuda, increíblemente enorme, olvido la misericordia que había tenido el rey con él, y reaccionó con ira y falta de perdón al clamor de misericordia de su consiervo. Incluso recurrió a la violencia física. Olvidando así todo el perdón que acababa de recibir, finalmente echó en la cárcel a su consiervo hasta que pudiera pagarle la deuda (v. 28-30).
ESTE HOMBRE NO APRENDIO CON SU MISERICORIDA RECIBIDA A SER MISERICORDIOSO
Es evidente que el siervo, no se sintió conmovido por la misericordia que se le había mostrado. A diferencia de su propia deuda, cien denarios se pudieran haber pagado fácilmente. Pero el corazón del siervo era malo, y no fue transformado por la benevolencia del rey. Cuando tuvo la oportunidad de imitar la misericordia que había recibido, se negó a mostrar misericordia.
<
Bueno estas actuando igual al siervo malo, eso es lo que nos enseña cristo en esta ilustración>>

La conducta injusta del siervo no pasó inadvertida. Algunos siervos le informaron al rey, acerca del siervo ingrato. El rey por esto se enojó, y le retiró su misericordia. Mateo 18:31-34.
Asombrado de que su siervo, se negara a perdonar una deuda insignificante; cuando el, le había perdonado; una deuda de proporciones infinitas. El rey, reconoció la maldad en el corazón de ese siervo; y lo condenó a ser encarcelado y torturado hasta que pagara la deuda.
Como no había mostrado misericordia, no recibió ninguna. Como no estuvo dispuesto a perdonar una deuda insignificante, perdió su perdón de una deuda mucho más grande.
Así mismo nos ha pasado a muchos, nos olvidamos de la gran misericordia que Dios ha tenido para con nosotros. De lo mucho que él nos ha perdonado, y cuando se nos dad la oportunidad, no ahorramos esfuerzos, en ser egoístas, traicioneros, rencorosos, criticadores, juzgones, y lo más terrible, faltos de perdón.
Es fácil ubicarse en la posición de un dios, pero porque no entendemos que no somos perfectos, que todos los días le fallamos al ser santo y perfecto, porque no miramos con amor y misericordia, a un semejante que nos ha ofendido, si nosotros tuvimos la oportunidad de ser perdonados; porque nuestro hermano no lo va a poder lograr, si Dios perdona, ¿quiénes somos para no hacerlo?
Por esto el perdón de Dios exige que seamos a la vez perdonadores.
Miremos entonces cual es la ley del perdón:

"Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: ‘No mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal.'    Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal.  Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo.  Pero cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al juicio del infierno.    "Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar.  Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.   "Si tu adversario te va a denunciar, llega a un acuerdo con él lo más pronto posible.  Hazlo mientras vayan de camino al juzgado, no sea que te entregue al juez, y el juez al guardia, y te echen en la cárcel.    Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo.
Mateo 5:21-   NVI

Debemos quitar todo estorbo en la oración, ya que fácilmente podemos estar rodeados de ellos.
Y esto puede dificultar un poco o mucho a la hora de orar, y decirle al Señor, perdona nuestros pecados como…

La Biblia nos presenta al menos dos ejemplos claros, de que cosas o acciones negativas muy comunes que pueden ser un obstáculo.

1.    Los problemas en el hogar

Y COMIENZA CON EL MALTRATO DEL ESPOSO HACIA LA COMPAÑERA

Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
 1 pedro 3:7

AL MENOS 20 COSAS QUE DEBE PRACTICAR CADA ESPOSO, EN EL HOGAR PARA SABER SI LE ESTA DANDO HONOR A SU ESPOSA
ü  Comunícate con ella, nunca la dejes fuera de decisiones que afecten el hogar o la relación
ü  Considérala como importante
ü  Haz todo lo que puedas para entender sus sentimientos, recuerda ella es mujer y es totalmente diferente a ti
ü  Pídele frecuentemente su opinión
ü  Valora lo que ella dice.
ü  Deja que sienta tu aprobación y afecto
ü  Protégela sobre una base diaria de lo que ella necesita, ella no es tu empleada y te sirve por amor
ü  Dale lo que ella necesita como mujer
ü  Sé gentil y tierno con ella, recuerda como la conquistaste y repítelo constantemente
ü  Desarrolla sentido del humor.
ü  Evita cambios repentinos de temperamento, respira profundo antes de ser grosero y patán con la que te hace feliz
ü  Aprende a responder abierta y verbalmente cuando ella quiera comunicarse.
ü  Consuélala cuando ella está deprimida emocionalmente, no busques herir sus sentimientos para descargar tus emociones hacia ella.
ü  Interésate en lo que ella siente que es importante en la vida.
ü  Corrígela amable y tiernamente.
ü  Permítele que ella te enseñe sin ponerte a la defensiva.
ü  Haz un tiempo especial disponible para ella, no todo puede ser oficio y casa
ü  Sé digno de confianza.
ü  Dile cosas lindas con frecuencia.
ü  Sé creativo cuando expreses tu amor, ya sea en palabras o en acciones.

Cuanto odio y rencor hoy en día hay en tantos hogares, esposas, esposos e hijos maltratados, física y psicológicamente, y al momento de entrar en la presencia del Señor, no logran una conexión con Dios,
Debido a que no se han arreglado previamente los problemas, que se han generado en el día, o la semana o incluso de años, y bueno sin entrar más en detalles pues el tema no es el matrimonio, todas esas cosas que tú crees que son pequeñas e insignificantes en tu relación de pareja, o hogar, constituyen un estorbo en la intimidad con Dios, donde debe haber paz y tranquilidad, Este sería el ideal.






2.     Los problemas entre nosotros mismos.

Por eso les digo que cuando pidan algo en sus oraciones, pídanlo convencidos de que ya lo han recibido y, entonces, lo que pidan será suyo.  Y si se acuerdan de que tienen algo contra alguien, perdónenlo. Háganlo para que su Padre en el cielo también les perdone sus pecados a ustedes. 
Marcos 11:24 PDT

HAGAMOS UNA LISTA DE TODAS LAS COSAS QUE GENERAN PROBLEMAS ENTRE NOSOTROS MISMOS COMO HERMANOS Y MIREMOS COMO ESTAMOS

ü  Nos mentimos, más si es para hacer negocios, o conseguir novia (0)
ü  Nos criticamos, juzgando muchas veces sin razón
ü  No somos leales
ü  No somos tolerantes
ü  No visitamos a los necesitados
ü  No hacemos bien al hermano, al menos por misericordia
ü  No vemos a los demás como mejores que nosotros, siempre los vemos por debajo
ü  Nos irrespetamos, colocándonos apelativos que descalifican al otro
ü  No tenemos en cuenta las opiniones de los demás
ü  No cumplimos nuestras citas a tiempo
ü  No pagamos lo prestado o lo hacemos cuando nos da gana
ü  No devolvemos lo que nos prestan, más si son cds. Corbatas, libros, etc.
ü  No respetamos la vida privada de las demás personas
ü  No le guardamos la espalda a los hermanos, más bien si nos toca hablar mal de ellos lo hacemos.

Por esto el texto dice:

Dice si se acuerdan de que tienen algo, no precisamente hay que tener vigente el problema, pero la regla es que, si hay circunstancias que conllevan a pedir una disculpa, inclusive un perdón.
Lo mejor y más conveniente, es solucionarlo lo más rápido posible.
Más si somos buscadores de la presencia del señor y servidores en algún grupo o directiva de la congregación,

La palabra traducida "perdonó" en el versículo 27 de Mateo 18 ilustra el perdón de Dios de los pecados.

Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial. Más si no perdonareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Mateo 6:14,15

No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.                                                                                                                 
Lucas 6:37



Entonces se puede concluir que, en estos últimos pasajes de la biblia, perdonar es el equivalente a “Desatar nuestro perdón” y el no perdonar es el equivalente a atar el perdón solicitado, y esto para cuando nos hallemos en la presencia del Señor, suplicándole el perdón.

Así que puedo concluir diciendo que cuando perdono a mi hermano, amigo, esposo, esposa etc. – desato mi propio perdón, pero cuando no perdono, simple mente estoy atando mi perdón   

De allí que Jesús enseñara algo más sobre el perdón en Mt. 6:12-15, y perdona nuestros pecados como nosotros también perdonamos a los que nos han hecho mal.   No nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno'.  Porque si ustedes perdonan a los demás el mal que les hagan, su Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.  Pero si ustedes no los perdonan, su Padre tampoco los perdonará a ustedes.

Cuando se ha perdonado de verdad, entonces podremos decir que estamos cumpliendo lo que el señor enseño. Y estaremos abonando el camino para nuestra propia liberación espiritual.

NO PIDAS PERDÒN, CUANTO TU NO HAS SIDO CAPAS DE PERDONAR

4 cosas que Jesús enseño sobre el verdadero perdón: y con las cuales nos podremos dar cuenta si verdaderamente, si hemos perdonado a quienes nos han ofendido.

Mateo   5:44. Pero yo os digo:
Amad a vuestros enemigos
Bendecid a los que os maldicen
Haced bien a los que os aborrecen y
Orad por los que os ultrajan y os persiguen.

Cuando se ha perdonado sinceramente será la única manera que se podrán cumplir estos cuatro elementos, y de tener una libertad para orar y pedir al Señor perdón por los pecados nuestros.


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