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lunes, 26 de junio de 2023

EN BUSCA DE LA MISERICORDIA DIVINA

Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen. Salmo 6:2

El Salmo 6 es un lamento sincero del rey David, quien se encuentra en medio de una aflicción profunda y una probable enfermedad física.  Por tanto, este salmo nos muestra cómo David se acerca a Dios en busca de misericordia y sanidad para su vida.

En nuestras propias vidas, también podemos encontrarnos en momentos de dolor, tristeza o angustia. La soledad, el sentirnos sin amigos o amados nos puede complicar más anímica y espiritualmente las cosas. Y lo que podemos extraer de estos renglones bíblicos es que la mejor opción que debemos tomar es la de ir en busca de ayuda, y no de cualquier ayuda, debemos buscar la ayuda de Dios.

Diferentes pasajes de la biblia nos hablan sobre la importancia de hacerlo.

ü  Disponed ahora vuestro corazón y vuestra alma para buscar al SEÑOR vuestro Dios; levantaos, pues, y edificad el santuario del SEÑOR Dios, para que traigáis el arca del pacto del SEÑOR y los utensilios sagrados de Dios a la casa que se ha de edificar para el nombre del SEÑOR. 1 Crónicas 22:19

 

ü  Porque así dice el SEÑOR a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis. Pero no busquéis a Betel, ni vayáis a Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque ciertamente Gilgal será llevada cautiva, y Betel caerá en desgracia. Buscad al SEÑOR y viviréis, no sea que El prorrumpa como fuego, oh casa de José, y consuma a Betel sin que haya quien lo apague. Amós 5:4-6

ü  Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Lucas 11:9-10

 

La experiencia de David nos enseña que, en medio de esas dificultades, podemos acudir a Dios con confianza y esperanza.

Solo bastaría recordar cuando el pecó, ¿a dónde fue?, ¿a quién busco?, Salmo 32, busco a Jehová, porque su alma estaba triste y su vida se estaba consumiendo.

El deterioro de su vida física estaba ligado al deterioro de su alma.

Hoy el deterioro de muchas vidas, está determinado por el deterioro de su vida espiritual, cuando esta se va acabando, a la par van apareciendo sintomatologías, de ira, celos, mentiras, avaricia, y otros muchos pecados, que solo se pueden tratar en la presencia de Señor y nada más.

Él es el único que pude brindar una ayuda, pero hay que buscarla, desearla.

Muchos quieren cambios en sus vidas, pero no los buscan, solo los anhelan, esa es la gran diferencia entre el que puede experimentar cambios relevantes en su vida, por que los ha buscado y ha puesto de si para vencer sus propios conflictos emocionales, psicológicos, sociales, y el que solo espera que Dios le cambie, pero no da nada de si, esto es, no pone voluntad a cambiar, porque ama como es, se ha habituado a ser así y punto. Hasta se cree la gran mentira de que no puede cambiar o nadie lo puedo hacer cambiar.

Dios puede cambiar al pecador, transformarlo, pero Dios no obra en contra de la voluntad del ser.

En el podemos obtener misericordia, esto incluye que él nos haga justicia, pelee por nosotros, que el que conoce las aflicciones de nuestro corazón, causadas por necesidades, desamores, peligros o tentaciones. limpie el camino, cambien las actitudes que en nosotros o en los demás nos son contrarias, eso implica misericordia porque cuando se quiere agradar a Dios, serle fiel, solo su misericordia nos permitirá tener paz y alegría en nuestro corazón.

En este Salmo, David comienza clamando a Dios por su misericordia. (ver.2. Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.)

Reconoce su propia debilidad y la necesidad de la intervención divina. Aunque se encuentra en un estado de angustia física y emocional, busca refugio en la compasión de Dios.

 

ESTOS SON SOLO ALGUNOS PASAJES BIBLICOS QUE NOS RESALTAN LA COMPASIÓN DE DIOS

ü  Y El respondió: Yo haré pasar toda mi bondad delante de ti, y proclamaré el nombre del SEÑOR delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y tendré compasión de quien tendré compasión. Éxodo 33:19

ü  Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.

Salmo 103:13,14

 

Conclusión

 

La oración de David nos enseña que, incluso en medio de nuestras luchas, podemos acercarnos a Dios y expresarle nuestras necesidades con sinceridad. Él estará dispuesto a escuchar nuestras súplicas y a brindarnos su misericordia.

David expresa su confianza en la fidelidad de Dios al afirmar: "El Señor ha oído mi súplica; el Señor recibirá mi oración" (Salmo 6:9). Aunque la respuesta de Dios puede no llegar de inmediato, David confía en que el Señor escuchará y responderá en su tiempo perfecto.

Como David, podemos aprender a confiar en la fidelidad de Dios y en su voluntad de responder a nuestras oraciones. Aunque las circunstancias parezcan desalentadoras, podemos aferrarnos a la esperanza de que Dios nos brindará su misericordia y su sanidad.

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viernes, 23 de junio de 2023

La justicia de Dios en tiempos de adversidad

Juzga según mi justicia, según mi integridad, oh Señor y Dios mío. Salmo 7:8

En este salmo encontramos un clamor del salmista, quien busca la intervención divina en medio de la adversidad y la persecución.

En momentos de dificultades, es reconfortante recordar que Dios es nuestro defensor y juez justo.

 

El salmista comienza expresando su confianza en Dios como refugio seguro: "En ti, oh Señor, me refugio; sálvame de todos mis perseguidores y líbrame" (Salmo 7:1). Aunque enfrenta acusaciones injustas, busca refugio en el Señor, sabiendo que solo Él puede librarlo de sus adversarios.

 

A lo largo del Salmo 7, el salmista presenta su caso ante Dios, apelando a la justicia divina. Él declara su inocencia y afirma que solo el Señor conoce su corazón y sus motivos: "Juzga según mi justicia, según mi integridad, oh Señor y Dios mío" (Salmo 7:8). Esta oración refleja la confianza del salmista en la justicia de Dios y su certeza de que Él defenderá a los justos y juzgará a los malvados.

 

A medida que el salmo avanza, el salmista expresa su confianza en la justicia de Dios. Él reconoce que Dios examina los corazones y las mentes, y que recompensará a cada uno según sus obras: "El Señor es juez justo; él examina las profundidades de los corazones y las mentes" (Salmo 7:9). Esta afirmación nos recuerda que Dios no pasa por alto la maldad ni ignora las injusticias que enfrentamos. Él es un Dios justo y soberano, que trae justicia en su tiempo perfecto.

 

En los momentos de adversidad, podemos encontrar consuelo en el Señor. Estos pasajes bíblicos nos enseñan a confiar en la justicia de Dios, a buscar refugio en Él y a presentar nuestras preocupaciones y agravios ante su trono. Podemos descansar sabiendo que Dios escucha nuestras oraciones y que, en su tiempo y manera, traerá justicia y vindicación.

 

Así que, cuando te encuentres enfrentando dificultades o injusticias, recuerda el Salmo 7 y confía en la justicia de Dios. Busca refugio en Él, confía en su fidelidad y permite que Él sea tu defensor y juez. Él nunca falla y siempre actúa en justicia.

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miércoles, 14 de junio de 2023

Confianza en la guía de Dios

Escucha, oh Jehová, mis palabras; considera mi gemir.  Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.  Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Salmo 5:1-3

En estos cortos pasajes bíblicos de este salmo, encontramos una expresión de confianza en la guía y el cuidado de Dios en medio de las dificultades y los desafíos de la vida. El salmista comienza clamando a Dios, reconociendo que Él es su Rey y su Dios. El salmista muestra su deseo de ser escuchado y que Dios atienda su clamor.

En nuestro caminar diario, a menudo enfrentamos situaciones difíciles que nos pueden abrumar. En momentos como esos, es fundamental recordar que tenemos un Dios amoroso y fiel que nos escucha cuando clamamos a Él. Él es nuestro refugio y fortaleza.

El salmista nos enseña a acercarnos a Dios con confianza y esperanza. Nos anima a buscar a Dios temprano en la mañana, presentándonos delante de Él con nuestras cargas y preocupaciones. Al hacerlo, encontraremos consuelo en Su presencia y esperanza en Su guía.

Proverbios 3:5-6 nos recuerda la importancia de confiar plenamente en Dios en todas las áreas de nuestra vida y depender de Su sabiduría en lugar de confiar en nuestras propias habilidades.

Isaías 40:31 nos brinda consuelo y esperanza, recordándonos que aquellos que esperan en el Señor serán fortalecidos y renovados. Podemos confiar en que Dios nos dará la fuerza necesaria para enfrentar los desafíos diarios.

Imagínate a un viajero que camina por un sendero montañoso. A medida que avanza, encuentra caminos difíciles, empinados y rocosos. Sin embargo, en su mano lleva una brújula confiable y precisa que lo guía en cada paso del camino. Aunque el sendero puede parecer incierto, el viajero confía en la dirección de la brújula y sigue adelante con determinación.

De manera similar, nosotros somos como ese viajero en nuestra vida espiritual. Enfrentamos desafíos y obstáculos, pero tenemos a nuestro lado a un Dios amoroso que nos guía y nos muestra el camino correcto. Podemos confiar en Su dirección y seguir adelante con la certeza de que Él nos sostendrá y nos fortalecerá. Cuando nos acercamos a Dios con confianza, Él nos escucha, nos guía y nos da la fuerza para perseverar. Así como el viajero confía en su brújula, nosotros podemos confiar en la guía infalible de nuestro Dios. Él enderezará nuestros caminos y nos conducirá hacia la victoria.
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sábado, 10 de junio de 2023

LA SOBERANIA DE DIOS Y LA BENDICIÓN DE SOMETERNOS A EL

 

Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; dejad el consejo, vosotros jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.

Salmo 2:10-11

El Salmo 2 es un himno que exalta la soberanía de Dios sobre todas las naciones y reyes de la tierra. Este Salmo muestra cómo los gobernantes y líderes de este mundo se rebelan contra Dios, pero Él sigue siendo el Rey supremo, sobre todo. Aunque ya nos dijera el apóstol pablo en (Romanos13):  que los gobernantes están puestos por Dios, y deberían gobernar con justicia, vemos que no es así. Dios sigue recordándoles que él está por encima de ellos, y su sujeción a Dios es perentoria.

El salmista nos invita a reflexionar sobre la actitud correcta que debemos tener hacia Dios como nuestro Rey. En los versículos 10 y 11, se nos insta a ser prudentes y a abandonar nuestros propios consejos. Esto significa reconocer que nuestra sabiduría y entendimiento son limitados, y que necesitamos someternos a la sabiduría y voluntad de Dios en nuestras vidas.

El Salmo también nos recuerda que debemos servir a Jehová con temor. Esto no significa tener miedo de Dios, sino reconocer su grandeza y reverenciarlo con humildad y respeto. Servir a Dios implica dedicar nuestras vidas a hacer su voluntad y seguir sus mandamientos. Como dijera el apóstol pablo, “somos servidores, administradores de los misterios de Dios,” así que servimos con lo prestado, con lo que es de Dios. Tu dinero, propiedades, talentos humanos, dones y misterios dados por Dios, todo le pertenece a él.

Por esto honrar a Dios con lo que tenemos es entender que solo administramos, cuidamos lo ajeno y esto nos permite entender porque Dios nos pide ser prudentes, razonables, inteligentes, porque no hemos de pensar que las cosas las obtenemos por esfuerzo propio solamente, es por su gracia y soberanía, que nos da de lo que es de él.

Finalmente, el salmista nos anima a alegrarnos con temblor. Esta es una expresión de regocijo y gratitud por el privilegio de conocer a Dios y ser llamados sus hijos. Sin embargo, también debemos temblar ante su majestuosidad y santidad, reconociendo nuestra propia insignificancia y dependencia de Él.

Pastor Roberto Aguirre

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martes, 6 de junio de 2023

Encontrando paz en medio de la incertidumbre


Salmo 4:8 En paz me acostaré y así mismo dormiré, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado."

La vida está llena de desafíos, preocupaciones y momentos de incertidumbre. Sin embargo, en medio de todo esto, el Salmo 4 nos ofrece una perspectiva valiosa. El salmista nos recuerda que nuestra confianza y nuestra paz deben encontrarse en el Señor.

En el versículo clave, el salmista expresa su tranquilidad y confianza en Dios. A pesar de las circunstancias adversas que lo rodean, él se acuesta en paz y puede dormir tranquilo. ¿Cómo es esto posible? La respuesta se encuentra en su relación con Dios.

1.      En primer lugar, el salmista reconoce a Dios como la fuente de su vida y seguridad. Él comprende que solo Dios puede brindarle verdadera confianza y protección en medio de los desafíos. Reconocer la soberanía de Dios y depender de Él nos permite encontrar una paz que trasciende las circunstancias externas.

2.      En segundo lugar, el salmista busca a Dios en oración. A lo largo del Salmo 4, él se dirige a Dios con sus preocupaciones y clamores. En lugar de confiar en sus propios esfuerzos o en las soluciones del mundo, el salmista busca la presencia de Dios y le entrega sus cargas. Esto le da una paz sobrenatural que no se puede encontrar en ninguna otra parte.

Confía en Dios: Reconoce que Dios es tu proveedor, protector y fuente de paz. Deposita tu confianza en Él, sabiendo que tienes un Padre celestial amoroso que cuida de ti.

Ora constantemente: No importa cuán grande o pequeña sea tu preocupación, llévala ante el Señor en oración. Permítele que sea tu refugio y fortaleza en todo momento.

Descansa en la paz de Dios: A medida que te acuestas por la noche, recuerda que puedes confiar en el Señor. No permitas que la ansiedad o el temor te agobien. Encomienda tus preocupaciones a Dios y descansa en Su paz.

Recuerda que Dios está contigo en cada paso del camino. Cuando confías en Él y buscas Su presencia, puedes experimentar una paz que trasciende todo entendimiento. Que el Salmo 4 sea una fuente de inspiración y consuelo para ti en tus momentos de incertidumbre.

Pastor: Roberto Aguirre

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jueves, 1 de junio de 2023

La protección y consuelo de Dios

Salmo 3:
Salmo de David, cuando huía de Absalón, su hijo.
¡Oh Señor, cuántos son mis adversarios! Muchos se levantan contra mí.
Muchos son los que dicen de mí: «No hay salvación para él en Dios».
Pero tú, Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, y levantas mi cabeza.
Con mi voz clamo al Señor, y él me responde desde su monte santo.
Me acuesto y me duermo; me despierto, porque el Señor me sustenta.
No temeré a los miles que me rodean; me levanto contra todos los que me atacan.
¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, Dios mío!
Tú golpeas en la mejilla a mis adversarios; quiebras los dientes de los malvados.
La salvación viene del Señor; ¡tú bendición está sobre tu pueblo!".
Reflexión:
El Salmo 3 fue escrito por el rey David en uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando su propio hijo Absalón se levantó en rebelión en su contra. David se encontraba rodeado de enemigos y sus adversarios afirmaban que no había salvación para él. Sin embargo, en medio de esta situación desesperada, David encontró consuelo y confianza en Dios.
El salmista reconoció que, aunque muchos se levantaban en su contra, Dios era su protector. En medio de la angustia, clamó al Señor y recibió respuesta desde su monte santo. David encontró consuelo en la certeza de que Dios estaba a su lado, rodeándolo como un escudo. Confiaba en que el Señor levantaría su cabeza y le daría fortaleza para enfrentar a sus enemigos.
En lugar de sucumbir al miedo y la desesperación, David eligió confiar en el Señor. Descansó en la seguridad de que Dios lo sostenía y lo guardaba mientras dormía. No temía a los miles que lo rodeaban ni a aquellos que lo atacaban. En cambio, se levantó con valentía y clamó a Dios para que lo salvara.
La clave de la confianza de David radicaba en reconocer que la salvación viene del Señor. Sabía que Dios era su único refugio y fuente de bendición. Aunque enfrentaba una situación desafiante, confiaba en que el poder y la fidelidad de Dios prevalecerían.
Hoy, tú también puedes encontrar consuelo y fortaleza en Dios, sin importar cuáles sean las circunstancias que enfrentes. Reconoce que él es tu protector y refugio. Clama a él en oración y descansa en su poder. Confía en que la salvación y la bendición vienen de él. Enfrenta tus adversidades con valentía, sabiendo que Dios está contigo en todo momento.

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